lunes, 1 de septiembre de 2025

El 28% de los problemas de salud mental de los españoles está relacionado con el trabajo, según encuesta de Infojobs

Un 28 por ciento de los problemas de salud mental de la población ocupada en España está relacionado directamente con el trabajo, lo que duplica a los últimos datos contabilizados, en 2021, cuando un 13 por ciento de la población lo aseguraba, según una encuesta sobre salud mental desarrollada por la plataforma InfoJobs.

Del mismo modo, durante el último año, un 42 por ciento de los trabajadores afirma haber sufrido algún problema o sintomatología relacionada con la salud mental (frente al 27% registrado en 2021). Este crecimiento de los casos de problemas de salud mental en el trabajo viene acompañado, además, por un aumento en su gravedad.

De esta forma, un 64 por ciento de los afectados declara que el nivel sufrido en dichas patologías fue medio (frente al 53% en 2021), mientras que para un 16 por ciento lo define fue grave (vs. 14% de 2021). En 2024, menos empleados los clasifican como leves (20% vs. 33% de 2021). Además, de quienes han sufrido alguna sintomatología relacionada con la salud mental, el 44 por ciento ha recurrido a profesionales en búsqueda de ayuda.

Por otro lado, la encuesta refleja que el perfil que sufre más los problemas de salud mental relacionados con el ámbito laboral son las mujeres (31% frente al 25% de los hombres) y los trabajadores de entre 25 y 44 años (36% para quienes tienen entre 25 y 34, y 35% para los de 35 y 44; frente al los porcentajes registrados en el resto de edades que rondan entre el 22% y el 25%).

El principal motivo de que esto sea así es la sobrecarga laboral, registra el 64 por ciento de las menciones vinculadas a la salud mental en el trabajo. Es decir, 2 de cada 3 trabajadores que sufren este tipo de problemas lo vinculan a la sobrecarga laboral. Esta se da especialmente entre mujeres (70% frente al 56% de hombres).

El segundo motivo es la falta de reconocimiento, con el 43 por ciento; al que siguen la precariedad laboral, con el 28 por ciento; las dificultades de conciliación (26%); y la falta de desconexión digital (25%). Destaca en sexta posición la inseguridad laboral (23%) y cuyo porcentaje es mayor en jóvenes menores de 35 años (32% frente al 20% de quienes tienen más de 35).

Teniendo en cuenta esto, el volumen de trabajo es el aspecto que más aplica al grueso de la población ocupada, y el que más presión está soportando actualmente. Un 42 por ciento señala que el nivel de presión o exigencia laboral es mayor o mucho mayor de lo que puede asumir. En concreto, casi la mitad de las mujeres trabajadoras siente que soportan una carga mayor a la que pueden asumir (48% vs. 36% hombres). Muy de cerca se encuentra la presión de los deadlines o las fechas de entrega, aunque aplica a menos trabajadores: 1 de cada 3 siente que la exigencia es mayor a la que puede asumir.

Además, solo un 8 por ciento se sintió apoyado por la compañía; mientras que el 59 por ciento de las personas han sentido falta de apoyo. Sin embargo, el principal problema es el desconocimiento, que se da especialmente cuando el ámbito laboral no es el detonante (41% en general), pero también cuando lo es (1 de cada 3 empleados declara que su empresa lo desconoce).

A pesar de un notable aumento en los problemas sobre salud mental relacionados con el trabajo, el 68 por ciento de las empresas siguen sin ofrecer herramientas. Además, en estos tres años el único incremento en soluciones ofrecidas para la salud mental en el trabajo se centra en acciones de sensibilización, como formaciones, talleres y charlas.

Por último, la directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, señala, Mónica Pérez, concluye señalando que "las conclusiones de este informe avalan que la vida profesional de los trabajadores repercute en su salud mental y que las empresas deben seguir desarrollando iniciativas y enfocándose de forma proactiva en ella. Por ello, es esencial capacitar a los equipos en la identificación temprana de señales como el estrés o el burnout, fomentar espacios de trabajo saludables y normalizar las conversaciones sobre salud mental en el ámbito laboral".

Fuente.

domingo, 17 de agosto de 2025

El crecimiento personal por encima de la productividad

El crecimiento personal por encima de la productividad: la IA hace obsoleta la educación actual

Con la inteligencia artificial y la automatización superando a los humanos en muchos campos profesionales, se vislumbra un futuro en el que ya no será necesario trabajar para sobrevivir.

Esto obligará a replantear los pilares que han guiado nuestra educación durante siglos. El ingreso básico universal (UBI, por sus siglas en inglés) eliminará la urgencia del instinto de supervivencia, lo que hará imprescindible fomentar el crecimiento personal como motor de una vida plena. En consecuencia, la educación en la infancia deberá reestructurarse bajo modelos que prioricen la exploración personal, en una era donde la productividad dejará de definirnos.

En un artículo previo, titulado “Cuando la IA pueda hacerlo todo por nosotros, ¿qué haremos?”, se discutía cómo los humanos están volviéndose rápidamente obsoletos en lo físico y cognitivo. Esto se debe a que la automatización y la IA se están volviendo tan eficientes y creativas que ya no podemos competir con ellas en ningún ámbito imaginable. Muy pronto, el trabajo dejará de ser una condición para la supervivencia humana.

Como consecuencia, el instinto de supervivencia —el motor principal de la actividad humana— también se volverá obsoleto. Las nuevas generaciones deberán ser educadas para desarrollar sus propias motivaciones y metas, a fin de evitar el deterioro físico y mental ante la falta de necesidad. Por eso, urge reemplazar el actual sistema educativo, centrado en la productividad, por uno alternativo enfocado en el crecimiento personal. Este modelo debe preservar la autenticidad y la vitalidad innatas de los niños, ofreciéndoles un entorno que les motive a alcanzar su máximo potencial y disfrutar de un camino de crecimiento durante toda su vida.

El ingreso básico universal nos impulsará a enfocarnos en el crecimiento interior.

El aspecto positivo de este dominio de la IA es que la riqueza generada por las sociedades alcanzará niveles inéditos, con una contribución humana mínima. Gobiernos y sociedades deberán redistribuir esta riqueza en forma de UBI, entendido como un ingreso que cubra los gastos básicos de vida, tal como señala el artículo de Forbes “¿Hará la IA inevitable el ingreso básico universal?”. Diversos expertos en tecnología, incluido Elon Musk, han sugerido que, en un futuro cercano, probablemente nadie tendrá un empleo tal como hoy lo concebimos, lo cual hará necesario este sistema de ingreso garantizado.

La introducción del UBI, sin duda, hará que el instinto de supervivencia pierda su relevancia. Esta idea puede resultar difícil de asimilar, ya que la productividad ha estado impulsada desde siempre por la necesidad de sobrevivir. El psicólogo Jim Taylor afirma que “el instinto humano de supervivencia es nuestro impulso más poderoso”, y que casi todo lo que somos como especie sirve a ese propósito esencial. Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía en 2002, ha demostrado que nuestros procesos mentales —memoria, solución de problemas, toma de decisiones— están diseñados para optimizar nuestras probabilidades de supervivencia. Reacciones como “lucha o huida” son ejemplos clásicos de este instinto en acción.

La humanidad deberá enfrentar el reto de sustituir ese impulso primario por motivaciones enfocadas en el crecimiento personal, como motor principal de su existencia. Las personas deberán centrarse en utilizar proactivamente todo su potencial —físico, intelectual, emocional, social y espiritual— para disfrutar de una vida significativa. De lo contrario, sin instinto de supervivencia, los individuos desmotivados correrán el riesgo de sufrir deterioro físico y mental.

Es importante distinguir entre crecimiento personal y desarrollo personal. El crecimiento personal implica una transformación interna en la forma de pensar y en la autoconciencia. El desarrollo personal, en cambio, se centra en mejoras externas, como la adquisición de habilidades. Así, el crecimiento personal es un proceso continuo de evolución del ser, mientras que el desarrollo personal es instrumental. Aunque ambos pueden complementarse, el primero debería ser el núcleo de la educación de las nuevas generaciones.

Los modelos educativos deben preparar a los niños para este nuevo paradigma.

Debemos ofrecer a las futuras generaciones un entorno que fomente motivaciones construidas desde el interior. Lamentablemente, los modelos educativos actuales siguen anclados en un pasado que prioriza el rendimiento y la productividad. En lugar de ayudar a los individuos a explorar su potencial vital, se centran en prepararlos como piezas de una maquinaria económica.

Las sociedades avanzadas deberán abandonar progresivamente esos modelos para adoptar otros que empoderen a las personas a descubrir y cultivar su potencial en todas las etapas de su vida. Este nuevo paradigma puede guiarse por dos principios fundamentales:

Primero, conservar la autenticidad de los niños fomentando comportamientos y formas de expresarse coherentes con su yo interior. Esto no significa ausencia de límites, sino que disciplina y autenticidad no deben ser conceptos opuestos. Modelos como Montessori lo intentan al permitir que el niño actúe desde su identidad, sin disfrazarla para agradar o adaptarse.

Segundo, transformar el asombro natural en un estado de alerta cognitiva. El asombro es el deseo interno de aprender que despierta cuando el niño interactúa con la realidad. Este se convierte luego en atención consciente y compromiso con el entorno. Fomentar esta capacidad desde edades tempranas fortalece la curiosidad, la exploración y el crecimiento auténtico.

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Para seguir estos principios, se deben realizar cinco cambios fundamentales en la educación:

- Sustituir el aprendizaje mecánico por experiencias reales de exploración y descubrimiento, desdibujando el concepto tradicional de escuela como lugar cerrado.

- Reemplazar el aprendizaje estandarizado por experiencias inmersivas, personalizadas y culturalmente diversas, para desarrollar pensamiento crítico.

- Agrupar a los estudiantes por intereses y no por edad, para fomentar entornos más dinámicos, donde los aprendizajes emerjan del entusiasmo colectivo.

- Favorecer la madurez y el procesamiento del conocimiento, no la acumulación de datos. El conocimiento debe vivirse, no solo recordarse.

- Reducir los valores y objetivos impuestos, apoyándose únicamente en principios sólidos de psicología y neurociencia, evitando dogmas culturales.

Este nuevo paradigma educativo no debe imponerse de forma masiva. Más bien, debe servir como referencia hacia la cual los sistemas educativos pueden transitar. Ya existen iniciativas inspiradoras: los “kindergartens de bosque” en Dinamarca, que promueven el juego libre en la naturaleza; los modelos de aprendizaje por proyectos en Noruega, donde se eliminan exámenes y deberes; o los sistemas Montessori y Waldorf. Aunque valiosos, estos modelos aún conservan una finalidad orientada a la productividad.

Los padres deben liderar esta transición.

Dado que los gobiernos tienden a actuar de forma reactiva y burocrática, el liderazgo de este cambio debe nacer en las familias. Los padres deben estar conscientes del daño potencial de mantener a sus hijos en un sistema educativo obsoleto, y buscar activamente entornos que favorezcan el crecimiento personal antes que la productividad.

Este cambio no es solo una adaptación educativa. Es una transformación cultural profunda en la que redefinimos lo que significa “vivir bien” en una sociedad donde el trabajo ha dejado de ser necesario para sobrevivir.

Fuente.

lunes, 11 de agosto de 2025

Siete verdades sobre el trabajo híbrido y la productividad

Para aprovechar al máximo el trabajo híbrido, los líderes deben prepararse para las compensaciones, dejar claras las expectativas y pensar más a fondo en cómo se mide la productividad.

Nuestra experiencia colectiva durante la pandemia nos permitió realizar innumerables experimentos con el trabajo. Inicialmente, los experimentos se centraron en el lugar de trabajo (el hogar se convirtió en una opción viable), y pronto se centraron en el momento de trabajo (los rigores del horario de nueve a cinco se transformaron en horarios más flexibles). Incluso ahora, los líderes observan con inquietud, esperanza y curiosidad los efectos que estos experimentos están teniendo en la organización, especialmente en la productividad de los trabajadores.

A mediados de julio, mi equipo de investigación en HSM y yo organizamos un seminario web sobre productividad , en parte para explorar cómo están cambiando la definición y la medición de la productividad y qué implicaciones tienen estos cambios para las personas, los gerentes, los equipos y el diseño organizacional. Participaron más de 200 personas, principalmente del área de recursos humanos y con cargos directivos. Se trató de una muestra pequeña pero diversa, que representaba a 79 organizaciones y 28 países. Mediante encuestas cuantitativas durante la sesión, profundizamos en la situación actual.

Un conjunto de datos destacable: De los encuestados durante el seminario web, el 61 % afirmó que la tecnología híbrida ha tenido un impacto positivo en la productividad (el 16 % dijo que era muy positivo y el 45 % que era positivo). Solo el 15 % lo consideró negativo. Por supuesto, la respuesta a la pregunta de si la tecnología híbrida siempre es la mejor opción es más matizada que un simple sí o no.

Lo que estamos viendo en los experimentos híbridos en todo el mundo

El seminario web reforzó lo que he estado descubriendo durante los últimos tres años en mi investigación sobre cómo trabajamos hoy en día y los factores que impulsan un alto rendimiento sostenible. Si bien las conclusiones principales aún están en desarrollo, siete verdades sobre el trabajo híbrido y la productividad han comenzado a emerger.

1. El trabajo híbrido es un continuo. Nuestra investigación indica que se ha producido una estabilización de las prácticas y sus implicaciones desde el fin de la pandemia. Algunas empresas (como JPMorgan y Tesla) exigen que la mayoría de sus empleados vuelvan a la oficina. Otras (como Airbnb) están implementando una política de "trabajo desde cualquier lugar". La mayoría se sitúa en un punto intermedio: observamos expresiones como "mayoría en la oficina" (como Goldman Sachs), "jornadas de oficina dirigidas por equipos" (como Apple y Salesforce) y "acuerdos flexibles" (como HSBC y CCL Industries). Todas estas son variaciones en torno a que los empleados pasen parte del tiempo en la oficina y parte en casa. En otras palabras, se trata de un continuo de flexibilidad con una gran variedad.

2. Es crucial comunicar las políticas con claridad. Mi consejo para los equipos directivos sobre el trabajo híbrido: dejen claro el acuerdo. Por ejemplo, no finjan que hay flexibilidad cuando la cultura laboral es presencial y que la inasistencia será sancionada. Los seres humanos son perfectamente capaces de tomar decisiones informadas sobre las organizaciones en las que desean trabajar. Pero para estar informados, necesitan información clara e inequívoca sobre los términos del acuerdo.

3. Los líderes deben estar preparados para las compensaciones. Otro consejo para los líderes sénior es reconocer que todos los acuerdos conllevan compromisos. Ahora, con tres años de experimentos híbridos a nuestras espaldas, cada vez es más evidente cuáles son estas compensaciones. Tomemos como ejemplo el acuerdo de "trabajar todos los días desde la oficina". Las desventajas de los mandatos de regreso a la oficina son la pérdida de personas potencialmente muy talentosas que valoran la flexibilidad y la posible erosión de la energía de quienes soportan largos desplazamientos. O el acuerdo de "trabajar desde casa la mayoría de los días". En este caso, una posible desventaja es la erosión del capital social. Claro, un gerente experimentado puede ofrecer mentoría y coaching a distancia, pero muchos tienen dificultades; la consecuencia es que los trabajadores sin experiencia pueden no recibir esa importantísima atención de coaching presencial. Los líderes deben afrontar las inevitables desventajas de cualquier acuerdo que firmen y mitigarlas.

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4. Reconocer las diferentes narrativas sobre el impacto del trabajo híbrido en la productividad. Recientemente, presencié diferentes narrativas en una reunión de equipo de liderazgo a la que asistí y en el seminario web global que realizó mi equipo de investigación. En la reunión de liderazgo de una empresa global de tecnología financiera, fui el ponente externo. Había preparado cinco temas para debatir (incluido el candente tema de la IA generativa). Sin embargo, rápidamente (y sorprendentemente), me di cuenta de que el trabajo híbrido era el tema del momento. Y mientras escuchaba atentamente el debate, la palabra que seguía oyendo era productividad . Más específicamente, era la preocupación de que, a largo plazo, la productividad disminuiría en situaciones que implicaran trabajo híbrido.

Como mencioné anteriormente, el 61 % de los asistentes a mi seminario web que respondieron a nuestra encuesta afirmaron que la tecnología híbrida estaba teniendo un impacto positivo en la productividad, mientras que el 15 % lo consideró negativo. El 15 % es una cifra menor, pero no insignificante.

Es evidente que las narrativas difieren. Algunos grupos de líderes (como los de tecnología financiera) se preocupan por el impacto del trabajo híbrido, mientras que la percepción del grupo del seminario web (más representativo de las funciones de desarrollo y RR. HH.) fue, en general, más optimista respecto a que el trabajo híbrido está teniendo un impacto positivo en la productividad.

Mientras que el 61% de los asistentes al seminario web dijo que el modelo híbrido estaba teniendo un impacto positivo en la productividad, el 15% dijo que era negativo.

5. La productividad suele ser un desafío, y su medición siempre es compleja. El eje de estas diferentes narrativas sobre el trabajo híbrido son las preocupaciones sobre la productividad. Así que, pongamos el tema de la productividad híbrida en contexto. En el seminario web, preguntamos: "¿Ha sido un desafío para usted aumentar la productividad?". Solo el 13 % respondió: "Aumentar la productividad no es un desafío". La experiencia actual de la mayoría de los encuestados es que aumentar la productividad sí lo es . Cuando preguntamos por qué, nos dijeron que la productividad es un concepto complejo, poco comprendido y difícil de implementar de forma verificable. En otras palabras, la productividad no es simplemente un problema del trabajo híbrido.

Sin embargo, comprender la productividad es especialmente importante para comprender el impacto del trabajo híbrido en ella. Pude vislumbrarlo en las respuestas a dos preguntas adicionales.

La primera fue una pregunta cualitativa: "Describe un momento en el que te sientes productivo". Los participantes del seminario web publicaron sus opiniones en el chat y usaron un enlace abierto para compartir respuestas más extensas. Los comentarios incluyeron "un estado de fluidez", "concentrado, con energía y en control", "orgulloso de mis logros", "trabajando bien con los demás" y "sintiéndome autónomo". Es evidente que los humanos sabemos cuándo nos sentimos productivos y que no tenemos dificultad para describir nuestras emociones.

La segunda pregunta también fue cualitativa: "¿Cómo mide la productividad en su empresa?". Algunos comentarios fueron "tasas de utilización", "líneas de código", "ingresos por empleado", "entrega puntual" y "retroalimentación del cliente". Observe la diferencia entre cómo se siente ser productivo (que son descripciones humanas) y las mediciones de productividad, que son principalmente descripciones mecánicas. El desafío radica en que las medidas de productividad comúnmente utilizadas capturan resultados sólidos y verificables. Nuestra perspectiva humana, en cambio, se centra en la energía, la colaboración y los sentimientos.

Así pues, este es uno de los mayores desafíos de los trabajos híbridos: muchos trabajos que pueden diseñarse como híbridos (como la gestión de proyectos, la planificación estratégica, la creación de presentaciones y la formación de un miembro del equipo) se basan en tareas cognitivas que rara vez incluyen medidas de productividad fácilmente verificables y comparativas. Si queremos comprender mejor los posibles aumentos de la productividad híbrida , como el aumento de la energía (que puede provenir de evitar un desplazamiento) y el aumento de la autonomía (que puede surgir del teletrabajo), necesitamos ampliar nuestra perspectiva sobre las métricas. Y lo mismo ocurre si queremos afrontar los desafíos de la productividad híbrida , como trabajar con otros (que puede verse comprometido si las personas se sienten aisladas en casa).

6. Resulta útil considerar el trabajo híbrido como una opción fundamental para el diseño del trabajo. Pedimos a los participantes del seminario web que compartieran ejemplos de cuándo y cómo lograron mejoras de productividad. Surgieron tres grupos principales: cuándo utilizaron IA generativa y chatbots, cuándo lograron una colaboración más efectiva y cuándo desarrollaron habilidades. A continuación, les pedimos que calificaran cuál de los cinco posibles impulsos de productividad era el más importante: el 33 % seleccionó "trabajar con máquinas", el 24 % "diseño del trabajo" y el 23 % "líderes". Esto es importante, ya que, si bien el trabajo híbrido se ha considerado principalmente como generador de flexibilidad, en realidad es una estrategia de diseño del trabajo. En otras palabras, la pregunta que deberíamos plantearnos no es tanto "¿Cómo puede el trabajo híbrido ofrecer flexibilidad laboral?", sino más bien "¿Cómo puede el rediseño del trabajo aumentar la productividad, con el trabajo híbrido como facilitador?". Desde la perspectiva del diseño del trabajo, las posibilidades del trabajo híbrido se centran en cómo podemos aumentar la colaboración, proporcionar más tiempo para el trabajo concentrado y eliminar las actividades que agotan la energía.

¿Cómo puede el rediseño del trabajo aumentar la productividad, con el trabajo híbrido como facilitador?

7. Es necesario incluir en la conversación un conjunto más amplio de medidas de productividad. Con demasiada frecuencia, la transición al trabajo híbrido se ha visto casi como un principio fundamental: o se es un firme creyente o se está totalmente en contra. Lo que escuché del equipo directivo de fintech fue una pregunta más matizada sobre la productividad. Querían comprender, a nivel granular, el impacto del trabajo híbrido en la productividad y, sobre todo, responder a la pregunta "¿Aumenta o reduce la productividad?". Esta es una pregunta totalmente razonable.

Como mencioné antes, para responder a esta pregunta, las empresas necesitan retomar las medidas de productividad, en particular la colaboración, la energía y la concentración. Algunas de estas características pueden medirse cuantitativamente (por ejemplo, mediante el análisis de redes de colaboración) y otras cualitativamente (por ejemplo, la sensación de energía y concentración). Hasta que estas medidas de productividad estén implementadas, los líderes siempre temerán y debatirán el impacto del trabajo híbrido en la productividad.

En este esclarecedor video, la profesora de la London Business School Lynda Gratton explica por qué el éxito del trabajo híbrido requiere un cambio fundamental de los debates sobre la ubicación al rediseño del trabajo centrado en las tareas.

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lunes, 28 de julio de 2025

El 90% de los trabajadores ocultan sus problemas de salud mental en el entorno laboral

Obertament presenta el primer informe sobre salud mental y estigma en el mundo laboral. A pesar de ser conscientes del peso del estigma en la gestión de la salud mental en las empresas, no teníamos datos al respecto. Necesitábamos conocimiento propio de las organizaciones de nuestro país para tener herramientas de transformación más eficientes.

La importancia de la salud mental en los entornos laborales ha ganado reconocimiento en los últimos años debido a su impacto en el bienestar general de la población empleada y en el rendimiento de las organizaciones. Anteriormente, la salud mental solía ser pasada por alto o considerada un asunto personal ajeno al mundo laboral y sus desafíos eran a menudo subestimados o ignorados. Pero estamos avanzando hacia una mayor conciencia y comprensión gracias a una mayor apertura y conversación sobre el tema.

Las organizaciones están adoptando enfoques más proactivos para abordar la salud mental, implementando políticas y programas que fomentan un entorno de trabajo saludable y apoyan a los empleados en este ámbito.

Aun así, uno de los mayores retos relacionados con la salud mental en el entorno laboral es el estigma asociado. Es cierto que se han conseguido mejoras en su reducción, pero todavía persisten barreras significativas. El estigma puede provocar de vergüenza a la pérdida del puesto de trabajo o, incluso, tener un impacto negativo en las opciones de crecimiento profesional: los empleados temen ser estigmatizados o juzgados si revelan sus problemas de salud mental. Esto provoca que se acabe manifestando de varias formas, como el presentismo (estar físicamente presente, pero no funcionar de manera efectiva), el absentismo (faltar al trabajo debido a problemas de salud mental), el ocultamiento (no revelar estos problemas por temor a la discriminación) o la falta de detección (dificultad para identificar y abordar los problemas de salud mental).

Existen varios mitos relacionados con el estigma en lo que se refiere a la salud mental en el entorno laboral. Algunos de estos mitos incluyen la idea de que las personas con este tipo de problemas son débiles o incompetentes, que no pueden ejercerse de manera efectiva en el trabajo, o que la salud mental es solo un problema personal y no tiene relación con el trabajo. Estos mitos perpetúan el estigma y dificultan el acceso a la ayuda y el apoyo necesarios.

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Los equipos directivos ejercen un papel crucial en los nuevos liderazgos orientados hacia la salud mental. Es importante que los y las líderes estén capacitados para reconocer los signos de estos problemas, brinden un ambiente de trabajo seguro y de apoyo, y promuevan una cultura donde se pueda hablar con naturalidad de salud mental. Los directivos tienen que ser sensibles a las necesidades de sus equipos y fomentar un entorno en el cual las personas se sientan cómodas al pedir ayuda y buscar el apoyo necesario. Se ha reconocido la importancia de los nuevos liderazgos que fomenten la empatía, la comunicación abierta y la promoción de un ambiente de trabajo libre de estigma.

Además, se ha observado que las compañeras y los compañeros de trabajo pueden ejercer un papel significativo en el apoyo a la salud mental. La solidaridad entre colegas puede ayudar a romper el estigma y crear un entorno más inclusivo. La formación y la educación en este ámbito se están promoviendo cada vez más en los puestos de trabajo.

El impacto de la salud mental en los entornos laborales es significativo en términos de productividad y pérdida de talento. Las personas trabajadoras que afrontan problemas de este tipo pueden experimentar dificultades para concentrarse, tomar decisiones y mantener relaciones laborales efectivas. Esto puede resultar en una disminución de la productividad y la calidad del trabajo. Además, si las organizaciones no abordan adecuadamente los problemas de salud mental, corren el riesgo de perder a personas con talento que buscan ambientes de trabajo más saludables y solidarios.

A pesar de ser conscientes del peso del estigma en la gestión de la salud mental en las empresas, no teníamos datos al respeto. Es desde el mundo anglosajón de donde provienen la inmensa mayoría de estudios y evaluaciones al respecto.

Necesitábamos conocimiento propio de las organizaciones de nuestro país para tener herramientas de transformación más eficientes. Por este motivo, Obertament, como entidad de referencia en lucha contra el estigma de la salud mental, ha llevado a cabo este análisis.

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PRINCIPALES RESULTADOS

Los problemas de salud mental son comunes: el 40% de las personas trabajadoras considera malo o regular su estado actual de salud mental.

El estigma es una realidad: el 52% de los trabajadores que ha dejado de ir al trabajo por un problema de salud mental ha ocultado el motivo real de su ausencia.

El ocultamiento para sobrevivir: el 90% de las personas que han pasado por un problema de salud mental no se han sentido capaces de hablar abiertamente en su trabajo.

La discriminación por razones de salud mental: el 45% de los trabajadores cree que una persona con un problema de salud mental sería tratada injustamente y sería discriminada al trabajo.

El presentismo como síntoma: el 60% de los trabajadores que ha pasado por un problema de salud mental no ha dejado de ir al trabajo.

Talento en riesgo: el 37% de las personas con problemas de salud mental tiene miedo de pedir ayuda por el impacto en su futuro laboral.

Las empresas son conscientes: el 76% de las empresas afirma preocuparse por la salud mental, pero la cifra cae al 47% si preguntamos al personal sobre este compromiso de la empresa y todavía baja más, hasta el 38%, si responden las personas con problemas de salud mental.

Camino de mejora para recorrer: el 74% de los trabajadores no ha recibido ningún tipo de apoyo por parte de su empresa para gestionar las problemáticas de salud mental relacionadas con el trabajo.

Desconocimiento del estigma: solo el 34% de las personas trabajadoras saben qué es el estigma en salud mental y sus implicaciones en el ámbito laboral.

La visión de género: el 14% de las mujeres con problemas de salud mental son tratadas injustamente de forma habitual por su condición, frente al 8% de los hombres.

La importancia de los y las líderes: solo el 31 % de los mánager considera que tiene las herramientas suficientes por parte de la empresa para gestionar las problemáticas de salud mental y estigma.

Impacto del entorno laboral en la salud mental: el 68% de los trabajadores con problemas de salud mental sitúa el trabajo como una de las causas de su condición.

El tamaño de la organización: el 50% de las pequeñas y medianas empresas consideran a sus jefes más próximos y accesibles para hablar de salud mental que las grandes, un 29%.

RECOMENDACIONES Y BUENAS PRÁCTICAS PARA LAS EMPRESAS

Introduce políticas de apoyo en la salud mental al alcance de las personas trabajadoras.

Empieza por información y formación, detección, animar a hablar, ajustes, gestión de bajas y de retornos.

Las políticas de apoyo tienen que ser claras y se tienen que comunicar adecuadamente a toda la plantilla.

En el momento de implementar las políticas de apoyo tienes que tener muy presente el papel que tiene el estigma.

Habla abiertamente, comunica y haz campañas sobre salud mental de una manera desestigmatitzante.

Es esencial el compromiso y liderazgo de la alta dirección.

Abre ventanas: expone y aborda públicamente la discriminación.

Incorpora la salud mental y la lucha contra el estigma en tus políticas de bienestar y prevención.

No juzgues, respeta creencias y actitudes personales.

Incorpora la perspectiva de género.

Involucra y responsabiliza a todas las personas que sean clave: importancia de los cargos intermedios.

Promueve que la discriminación por razones de salud mental es inaceptable, igual que la discriminación por otras razones.

Comprométete a hacer un abordaje de la salud mental en el trabajo que proteja y mejore la salud mental del personal y apoya a aquellas personas que estén experimentando malestar.

Implementa la figura del referente, con el objetivo de asegurar que los líderes implementen programas de salud mental.

Apoya a iniciativas y organizaciones sociales, como Obertament, que trabajan para erradicar el estigma.

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miércoles, 23 de julio de 2025

Claves para medir y alcanzar la felicidad laboral

Los laboratorios, conformados por 60 personas, implementan a diario más de 90 medidas en pro del bienestar de la plantilla. Día de cumpleaños libre, fisioterapeuta en el trabajo, orientación nutricional o medidas para la conciliación de hijos y de personas mayores, son solo algunas de ellas. • El área de Personas de Quinton mide diariamente la felicidad laboral de su equipo y trabaja en profundidad conceptos de impulso profesional y personal, como Team Building o el Salario Emocional, entre otros.

Según la Organización Mundial de la Salud, la salud emocional no solo se ve afectada por el día a día laboral, sino que, cada año se pierden 12. 000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad que generan, entre otras situaciones, el entorno profesional en las personas. Además, según expertos en gestión de equipos, cuanto más motivado y ‘’feliz’’ se encuentra el talento de una empresa, mayor rendimiento desempeñará este.

Quinton , primera compañía biotecnológica en ofrecer la posibilidad de cuidar la salud y el bienestar con especialidades naturales a base de agua de mar es consciente del contexto sociolaboral y lleva años trabajando para instaurar un nuevo modelo profesional integral, que acoja la faceta personal del equipo profesional en lugar de anularla. Y es que, desde sus inicios, la compañía se ha preocupado en velar por una cultura corporativa saludable basada en la horizontalidad, la transparencia y la comunicación de todas las áreas y personas de la empresa. Pero, además, los laboratorios alicantinos llevan años implementando medidas muy concretas en pro de la felicidad laboral.

Un programa innovador que trae frutos cada año: en ningún ejercicio se ha bajado del 94% en felicidad laboral, solo en el periodo de pandemia bajó, tan solo, a un 90%.

Para Cecilia Coll, responsable del área de Personas de Laboratorios Quinton, la clave está en que ‘’lo que no se mide no existe’’, es por ello por lo que, para Quinton, los indicadores de bienestar de la plantilla son imperativos. Así se puede cuantificar y analizar la felicidad laboral de una forma actualizada y fiable. Y para lograrlo no es necesaria una gran inversión en logística o infraestructura, sino que basta con una aplicación para el smartphone, precisamente lo que se implementa, desde hace años, en los laboratorios. ‘’Medimos a diario el índice de la felicidad de nuestra plantilla. Es la forma más fiable de saber cómo se siente nuestro equipo’’.

Este programa de bienestar, capitaneado por el área de Personas con Valores de la empresa, está vertebrado en tres pilares: diversidad (aceptar las diferencias es clave), adaptación al cambio (siempre se puede contribuir de alguna manera, incluso en tiempos de crisis o adversos) y, por último, la escucha activa (es vital la bidireccionalidad, el entendimiento entre el talento y los medios y altos cargos). A partir de estas estas premisas, se desarrolla el paquete de medidas específicas, además de cultivar conceptos como el Team Building (encuentros de la plantilla que fomentan el compañerismo), o el Salario emocional (dinámicas impulsadas desde la compañía para resaltar la retribución no monetaria que recibe una persona contratada, y que es igualmente importante).

Un proyecto que sigue recibiendo premios y certificaciones: ‘’Felicidad laboral es poder ser uno mismo en el ámbito laboral, cuando nos sentimos bien y cuando no nos sentimos tan bien.’’

Desde el Laboratorio de Bienestar de Quinton se desarrollan más de 90 medidas enfocadas a diferentes realidades y sensibilidades del empleado. ‘’Confiamos en el criterio y en la honestidad de nuestra plantilla’’, sostiene Cecilia Coll. ‘’Si eres madre de familia numerosa te acogerás a aquellas medidas enfocadas a la conciliación. Si, por ejemplo, eres un treintañero al que le encanta viajar y no tienes hijos, disfrutarás (por ejemplo) de las vacaciones a la carta, dentro de nuestro repertorio.’’

Este modelo, en el que la confianza entre la plantilla resulta vital, se completa con el deseo e iniciativa de cada empleado en sentirse mejor cada día y, por ende, hacer mejor su trabajo: ‘’cuando podemos ser nosotros mismos es cuando damos lo mejor de nosotros. Basta con que cada empleado resuma cada día, a través de una ‘’carita’’, qué estado de ánimo experimenta y, si lo considera, acompañarlo de un comentario o reflexión’’.

El equipo de Cecilia, así como su Laboratorio de Bienestar, ha adquirido gran notoriedad en los últimos años, haciéndose eco de su llamativo modelo diferentes medios de comunicación (recientemente, el programa A buena mañana, en rtve). Además, ha recibido múltiples premios relacionados con la conciliación y la salud corporativa. Es el caso del reciente Premio EFR al Mánager más comprometido, recibido a finales de marzo, sobre lo que, hace muy poco, la experta en talento sostenía: ‘’el sello EFR se lo debemos a la Fundación Más Familia’’. ‘’Además, este reconocimiento nos da energía para seguir siendo #conciliación, en Quinton se celebra el día de la conciliación, pero sobre todo se concilia cada día, los 365 días del año. Disfrutar de la conciliación es para nuestro equipo un hábito de vida que nos calidad, equilibrio, bienestar y felicidad y hace que podamos ser nosotros mismos dando lo mejor.”

El premio forma parte de un certamen organizado cada año por La Fundación Más Familia en colaboración con Top25 empresas. Se trata de un galardón que, en palabras de Cecilia, ‘’ha sabido en estos 20 años proponer sello y certificado de política de mejora continua en la materia adaptándolos al tamaño de la organización, un gran acierto que les agradecemos enormemente.”

Quinton estrenará el segundo semestre de 2023 trabajando como hasta ahora, no solo desde el área de Personas de Valores, sino en el resto de los departamentos que constituye la compañía, con ‘’trabajo diario, humildad y compromiso’’, valores muy presentes en la cultura empresarial de los laboratorios.

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