El jefe aprende a conocer mejor a sus colaboradores y aprovechar sus capacidades. Estos consiguen una mayor identificación con su jefe y aprenden a conocerle mejor. Todos consiguen una mayor participación y colaboración. Además de estas ventajas implícitas, las reuniones ofrecen otras adicionales:
- Ahorrar tiempo a jefes y colaboradores, siempre que estén bien organizadas.
- El jefe puede conocer una nueva faceta de sus colaboradores.
- Los colaboradores aprenden a escuchar y comprender los problemas de sus colegas
- Se logra una mayor solidaridad y se favorece el espíritu de equipo.
Las reuniones solo tienen dos inconvenientes:
- El abuso en su uso.
- La mala organización.
Abusar de las reuniones supone hacer un uso desmesurado. El intercambio de información, la coordinación y la toma de decisiones puede lograrse con las reuniones pero también con otros medios: entrevistas, comunicaciones internas por escrito, etc. Hay que establecer con claridad los asuntos que deben considerarse en la reunión. La mala organización supone no preparar adecuadamente las reuniones.