En la sociedad en la que vivimos, actualmente la imagen y la apariencia
física juegan un rol muy importante. Esto podemos observarlo especialmente en
medios de comunicación como la televisión, revistas, etc.
Por otra parte, el aspecto físico se ha convertido en un indicador social
de estatus, éxito y felicidad. ¿Qué quiere decir esto?, pues que se quiere
transmitir ciertos valores personales a través de la apariencia física de los
que se carece. Por ejemplo, lo podemos extrapolar del cine y de la televisión,
donde el héroe, el bueno siempre es guapo y fuerte, y el malo es el feo.
Hoy en día el atractivo físico tiene una gran importancia en la
sociedad. Posee un gran efecto en las relaciones personales y profesionales.
Algunos comercios sólo contratan a personas con un aspecto físico más o menos
agradable. Un requisito para ser azafatas o modelos es superar un mínimo de
estatura.
En definitiva, el aspecto
físico condiciona algunas profesiones y
facilita el acceso a ellas.
En el ámbito de la política adquiere también gran importancia.
Observamos cómo en los debates televisivos de las campañas electorales todo
está exhaustivamente medido y pensado, un gesto en un momento oportuno, una
sonrisa, un traje bien planchado, el color de la corbata, posición de las
manos, etc. Se utiliza el aspecto físico como medio para captar votos.
Aunque nos empeñemos en
creer que todos somos iguales, en muchas ocasiones, un gran atractivo es una
oportunidad en nuestra sociedad. Puede convertirse en una gran ventaja que
otros no poseen. Bien utilizado es una cualidad más que puede ser muy útil y
positiva.